lunes, 2 de noviembre de 2009

Mi borrachera.



Abro una solitaria botella
suena y salta el corcho
como un disparo de dolor
atraviesa mi alma.

Con ansias olfateo
y al licor sorbo ávida
en la copa del olvido.

A mi boca entra a raudales
y en cataratas
mezclo mi saliva
mi lengua invita
y entra a mi cuerpo
sosegando mi tristeza.

Se cuela entre mis sabores
trepa a mi cabeza
deliro en la cordura
sobreviene el tambaleo
río y lloro, nostálgica y sensual

Abrazo amores y desamores,
te reconozco en otras bocas
pero te desconozco
en egoístas brazos.

Alucino al revés y al derecho,
confundo la razón con la ilusión,
la realidad se hace confusa
y me abrazo a la nebulosa

Floto y camino en el aire
mi andar zigzagueante es ordinario,
mi cintura se mueve al desafinado compás
de mis atontadas piernas y adormecidos pies.

La cabeza no sostengo
me atrapa la embriaguez
el licor baila por mis venas
y se pasea de la cabeza a los pies

Me turban:
trasnochados aromas,
humeantes cigarrillos
boleros desafinados
vacila mi cabeza
aunque de pie debo estar

Trepo en un remolino
el horizonte se me escapa
y con la boca sedienta
saboreo medicina y olvido.

No retengo ilusiones ni fantasías
en mi resignado corazón y triste alma,
mareadas y adoloridas permanecen
de ebria perdida en mi borrachera

y de borracha perdida en mi embriaguez.

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