miércoles, 3 de septiembre de 2014

QUIMERA

Me ofreció beber de la copa
que contenía el rojo brebaje de su siembra, 
ávida decidí verter el líquido en mi boca 
y así saciar la sed de la permanencia. 
En este mareo anhelé sosegar el futuro,
enredarme en los suspiros, 
penetrar en su borrachera, 
flotar en la hiel púrpura de la amargura, 
y entrar en el espiral de la memoria; 
aún eran tiempos 
que él soñaba con mi abrazo
y me consolaba en los orgasmos.

Ahora es mi quimera 
que  desesperada intento 
amarrar a mi almohada.