lunes, 6 de agosto de 2012

Plegaria al ofertorio


Hay una esperanza por saber de tus manos cuando recorran milímetro a milímetro mi piel… y sea medida en pulgadas.

Que no haya rincón que nos escarbes, hurgues y explores como el mejor de los principiantes…

Con torpeza de primer amor y sabiduría de saber donde originar un deseo latente… seré la cuna que mecerá a la inocente lujuria, al desamparado afán que te hará volar por cielos y estrellas jugando a ser amantes del universo...

Embruja mi cuerpo para que mi mente no sepa de cordura… que la locura nos drogue con su esencia misma… porque me gustará estar ahí, entre tu voz y la mía...

Las palabras y los sonidos nos besen los oídos… las vocales y consonantes nos seduzcan al clímax

Grita adjetivos cuando te invite al orgasmo y en la complacencia del momento, sean otros los apelativos de agradecimiento...

Y que sea mi lengua y mi idioma los que hagan gritar al mundo que puedes ser mi amante...

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