Si por una ventana abierta miras hacia afuera, no verás tanto como cuando miras una ventana cerrada, y si ésta es iluminada por tu lámpara de noche, encontrarás la visión más deslumbrante, más misteriosa, más fértil, más tenebrosa.
Detrás de ese vidrio podrás ver lo que jamás te mostrará la luz del sol, detrás de ese vidrio descubrirás que la vida vive, sueña y sufre.