Husmea y olfatea
a la primavera en mi boca
con la intransigente rebeldía
de creerte el mejor sibarita de mis bordes.
En cada arista con disciplinada ciencia,
con desacato y resistencia
tus dedos me dibujan.
Recorre esa línea de comisura
que tantas fantasías te trae.
Apega dócilmente tus labios a los míos
transgrediendo tu inocencia
y libando sin límites
los jugos que sacian tu sed.
Tu refinado atrevimiento hurga
buscando y encontrando
a mi resignada y dulce lengua
que apareada a la tuya se ofrece
a los embates del indecente deseo.
Esa inmoralidad de sentir
la fragante miel
en nuestros paladares.
Deliciosa, atractiva y erótica
complacencia de aromáticas flaquezas
bebemos espumas
que deleitan los bálsamos
de la viciosa culpa.
Saboreemos la trasnochada y lasciva noche
que en nuestras bocas sus antojos anida.
Resignadas y humildes lenguas
fantasiosas de desacatos,
de resistencias,
desobedientes de paladear
al infatigable néctar
de madrugadores jazmines
Te beso sin límites
con la inmoralidad
de hacerme dueña de tu boca.
brota letras como imeagees de un corazón tan vivo que llega a doler... es un placer tenerla... es un pecado perderla...
ResponderEliminar¡¡¡ BRILLANTE, HERMOSA, DULCE COMO LA " fragante miel", libando sin límites
ResponderEliminarlos jugos que sacian tu sed.... ¿ alguien podrá decirlo mejor, después de haberlo soñado, vivido y sufrido ?