Que el tiempo que te quede libre si es posible dedícalo a mí no importa que sean dos minutos o si es uno solo, yo seré feliz... reza la canción.
Podría pedir que el espacio que circunda
por la vida lo arrebataras en tus manos, y modelaras para que sea tu mejor faena…
y en esta sea mi presencia tan infinitamente suave y dócil como mi sonrisa. Esa
cuando me despiertas por la mañana reclamando que mis ojos se abran, y mis
brazos bailen al son de desperezar mi cuerpo que ha soñado contigo.
Tal vez por esto y por otras cosas,
que hay sin sabor acechándome, cuando veo los breves minutos que dispone tu atención
a otras y otros… aunque pienso que en tan solo dos minutos tu boca podría modular
febriles palabras, las que yo haría girar en torno al instante de mirarme en tu
desahogo.
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