Desprenda cada capa de tela
entre la piel y sus diestras manos
Por cada envoltura puede
afligirse,
lloriquear,
suplicar,
anhelar,
inhalar
y exhalar
Bese cada envoltura
con herejía y sin piedad.
Saboree
aromas,
esencias
y fragancias,
estas serán bálsamos al encuentro.
Muerda dedos, orejas y pezones
Sacie su sed en un embebido ombligo
Hurgue por rincones
Viaje sin descanso
y premiosamente goce sus tropiezos
En cada escaramuza
deje que sus sentidos
se desvelen,
se despierten,
se refresquen
en húmedos refugios.
A sus pervertidas fantasías
las de suspirados reposos
sean su pretenciosa y ambiciosa faena.