Te quiero tanto, tanto te quiero,
que en tus brazos
se me confunde el horizonte
y fallece el universo.
y en secreto te digo:
canjea los ronquidos por suspiros,
sin pensar en el por qué,
en el cómo
y en el cuando
que la copa de vino
espere
el sorbo sensual
entonces
atrapa el lucero y que deslumbre mis canas
agudiza los sentidos
para una tregua sin acosar los encantos
y que decline el amor
desde la infinidad del cosmos
y entré con aroma a ti.