Confieso que
he mentido, y que mi mentira no ha sido blanca, más, creo que ha venido de
pensamientos negros y que fue concebida con alevosía…
Por ahora no tengo arrepentimiento
de haberla creado y eructado, disfruté cada palabra que mi descarada y mal
hablada boca escupió…
Esto solo ha
sido una devuelta de mano:
a lo que leí
en tus ojos,
a lo que
dijeron tus manos sobre mis pechos,
No hay comentarios:
Publicar un comentario