Despeja tu balcón para poder aterrizar en mi escoba.
Las arañas han tejido su red y atrapan a una mujer, que ya se destiñó en el intento que hiciste de amarla…
Recicla las noticias y las botellas vacías de solitarias borracheras.
Todavía cuelga el amarillo vestido de la novia que no quiso ser.
Los muros necesitan una manito de pintura como tu sonrisa también.
Y las plantas de flores secas que ya tienen espinas desde que las regaste con tus lágrimas.
Y si me dejas entrar abrazaré tus noches, llenaré tu boca de besos, tu cuerpo de orgasmos, cuidaré tus sueños, soltaré mi pelo y arrancaré mi vestido.
Vengo llena de conjuros, pócimas de amor y la brujería de mis ganas tatuada en la frente.
Hombre, ¡por dios!
Déja posarme en tu baranda que el brebaje ya se derrama.