Abro una solitaria botella
suena y
salta el corcho
como un
disparo de dolor
atraviesa mi
alma.
Con ansias
olfateo
y al licor
sorbo ávida
en la copa
del olvido.
A mi boca
entra a raudales
y en
cataratas
mezclo mi
saliva
mi lengua
invita
y entra a mi
cuerpo
sosegando mi
tristeza.
Se cuela
entre mis sabores
trepa a mi
cabeza
deliro en la
cordura
sobreviene
el tambaleo
río y lloro, nostálgica y sensual
Abrazo
amores y desamores,
te reconozco
en otras bocas
pero te
desconozco
en egoístas brazos.
Alucino al
revés y al derecho,
confundo la
razón con la ilusión,
la realidad
se hace confusa
y me abrazo
a la nebulosa
Floto y
camino en el aire
mi andar zigzagueante
es ordinario,
mi cintura
se mueve al desafinado compás
de mis
atontadas piernas y adormecidos pies.
La cabeza no
sostengo
me atrapa la
embriaguez
el licor
baila por mis venas
y se pasea
de la cabeza a los pies
Me turban:
trasnochados
aromas,
humeantes cigarrillos
boleros desafinados
vacila mi
cabeza
aunque de
pie debo estar
Trepo en un
remolino
el horizonte
se me escapa
y con la
boca sedienta
saboreo
medicina y olvido.
No retengo
ilusiones ni fantasías
en mi
resignado corazón y triste alma,
mareadas y
adoloridas permanecen
de ebria
perdida en mi borrachera
y de
borracha perdida en mi embriaguez.
me encanto!
ResponderEliminarFrancisco bruce