El que se va, se va
y nadie lo retiene ¡Señor!
¡Que a la fuerza no es cariño!
dice el dicho
¡y la puerta es ancha!
decía mi abuela...
Que de Sabia tenía poco
aguantó las tonteras de mi abuelo
y total igual la dejó...
A Usté nadie lo invitó
mire que creer
que era invitado especial...
De especial sólo tenía mi corazón
y a medias, le diré mi señor.
Pero de esa mitad,
de la que Usté se ocupó
y en el mercado del amor cotizó
le digo mi estimado señor
que de negocios de amor
no entiende ni jota.
que al peor postor
el muy atrevido invirtió
dejando en bancarrota
a mi infortunado corazón…
Se lo dije clarito
que convidado de piedra no quería
pero vaya que porfía
de golpear a mi puerta
cada vez que su pasión lo pedía
y sus manos lo requerían…
Le diré que a mi arrebato
con sus malos negocios
lo canso tanta zalamería
que en su boca aparecía.
Que los ojos de mal amante
que con idolatría y perversión
miraban a esta ''Su inversión"
Por ahora
devuelvo el placer
de la mentada transacción
que a esa mitad de corazón
me encargo de buscarle
el mejor billete
en el mercado popular
y que en efectivo pagaré
con mi espinado corazón.
y nadie lo retiene ¡Señor!
¡Que a la fuerza no es cariño!
dice el dicho
¡y la puerta es ancha!
decía mi abuela...
Que de Sabia tenía poco
aguantó las tonteras de mi abuelo
y total igual la dejó...
A Usté nadie lo invitó
mire que creer
que era invitado especial...
De especial sólo tenía mi corazón
y a medias, le diré mi señor.
Pero de esa mitad,
de la que Usté se ocupó
y en el mercado del amor cotizó
le digo mi estimado señor
que de negocios de amor
no entiende ni jota.
que al peor postor
el muy atrevido invirtió
dejando en bancarrota
a mi infortunado corazón…
Se lo dije clarito
que convidado de piedra no quería
pero vaya que porfía
de golpear a mi puerta
cada vez que su pasión lo pedía
y sus manos lo requerían…
Le diré que a mi arrebato
con sus malos negocios
lo canso tanta zalamería
que en su boca aparecía.
Que los ojos de mal amante
que con idolatría y perversión
miraban a esta ''Su inversión"
Por ahora
devuelvo el placer
de la mentada transacción
que a esa mitad de corazón
me encargo de buscarle
el mejor billete
en el mercado popular
y que en efectivo pagaré
con mi espinado corazón.
parece que este se lo comenté e face... igual dá, es fuerte en imágenes y contenidos, pulcro, redondito y zafado!
ResponderEliminarbien!!!
¡Cecilia! ¿Por qué me dices esas cosas... ?
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