domingo, 5 de julio de 2009

Ladrona.


De tu apego me apropié
y como una bandida timadora
a tu pasión estafé
aunque saqueaste mi dignidad
con idolatría de usurero
de mi afición por ti me despojé,
y tu afán de salteador
desvalijó mi ternura y mi debilidad.
Como ratero hurtaste
mi débil filantropía,
como delincuente
burlaste la ley
al más preciado flechazo,
entonces ninguna humanidad resiste
el despojo al limpiar la razón.


Aunque malhechores ambos hemos sido,
tu como cuatrero, yo como carterista
 tanta ha sido la cleptomanía de afición infinita
cual bandidos de sádicos enamoramientos
que a la ley clamo usurera justicia,
aunque en tus ojos maldad no vi,
aunque los míos con predilecta afición por los tuyos
sustraje la mirada de tu corazón,
y entre saqueos mutuos de sisados apegos
no habrá corte que nos juzgue tanta adoración.


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